Cielos rotos


¡Reír!
¡Tenía tanta luz en su sonrisa!
¡Vivir!
Quería todo el mundo para ser libre.
Era
la fuerza de cada brote de primavera
que se da a la vida.
Era
un cielo como un cristal claro que se rompió.

Todos los cielos rotos se lleva el feriante.
Pedazos no han quedado para mi aire.
¡Oh! nunca, nunca se apaga
la luz de una hora azul,
ni el sonido de una risa
que vive en mi interior.


¡Reír!
Se llenaban las montañas con su sonrisa.
¡Vivir!
Tenía a flor de piel el goce de vivir.
Era
la sal de mi alimento y el vino que alegra
y los ojos ilumina.
Era
un cielo como un cristal claro que se rompió.

¡Reír!
Recuerdo las campanas de su sonrisa.
¡Vivir!
Tomaba con mis brazos su vivir.
Era
la voz, la luz y el juego de la riera
que salta y que tintinea.
Era
un cielo como un cristal claro que se rompió.


Autor(es): Josep Maria Andreu, Lluís Llach