Excelsior
Vigila, espíritu, vigila;
no pierdas nunca tu norte;
no te dejes llevar a la tranquila
agua mansa de ningún puerto.
Mira, mira siempre hacia arriba,
no observes las playas ruines,
da tu frente siempre al gran aire;
siempre, siempre mar adentro.
Siempre con las velas suspendidas
entre el cielo y el mar transparente;
siempre entre aguas extendidas
que se muevan eternamente.
Huye de la tierra inmóvil;
huye de horizontes mezquinos;
siempre hacia al mar, al gran mar noble:
siempre, siempre mar adentro.
Fuera tierras, fuera playa;
olvídate de todo regreso;
no se acaba tu viaje;
no se acabará nunca más.
Autor(es): Joan Maragall, Miquel Pujadó