Suerte loca


En el naipe del vivir
suelo acertar la carta de la boca,
y a mi lado oigo decir
que es porque estoy con una suerte loca.
Al saber le llaman suerte..!
Yo aprendí viendo trampearme,
y ahora sólo han de coparme
cuando banquen con la Muerte.
En el naipe del vivir,
para ganar, primero perdí.

Yo también entré a jugar
confiado en la ceguera del azar
y luego vi que todo era mentir
y el capital en manos del más vil...
No me creés...¡Te pierde el corazón!
¡Qué fe tenés!...¿No ves que no acertás?
¿Que si apuntás a cartas de ilusión
son de dolor las cartas que se dan?

No me envidies si me ves
acertador, pues soy el Desengaño...
Y si ciego así perdés,
es que tenés los lindos veinte años...
El tapete es la esperanza
y, a pesar de lo aprendido,
si me dan lo que he perdido
vuelve a hundirme la confianza...
¡Suerte loca es conservar
una ilusión en tanto penar!


Autor(es): Francisco García Jiménez, Anselmo Aieta