Siempre te nombra
si vieras qué lindo, ya dice papá.
Mientras yo te escribo, él con sus juguetes,
no ve que yo, en cambio, me he puesto a lagrimear.
Ayer se durmió y lo vi que soñaba,
reía y lloraba, llamándote a ti.
Si vieras qué triste quedé, y su recuerdo,
te trajo de nuevo, rondando junto a mí.
En esta carta,
que quizás no llegue nunca,
van las angustias,
de quererte más y más.
¡Hijo!,
tú que tanto me la nombras,
dile a Dios, que desde el cielo,
nos devuelva a tu mamá.
Si tú supieras
como duele tanta ausencia.
Si tú supieras
de esta horrible soledad.
Señor, yo soñaba tener un purrete,
así, lindo y bueno, que alegre mi hogar.
Nunca imaginaba que con su llegada,
tan solo quedara, con esta soledad.
Ayer se durmió y lo vi que soñaba,
reía y lloraba, llamándote a ti.
Señor, dame fuerzas, por este, mi niño,
que tenga el cariño que fuera de los dos.
Autor(es): José Rótulo, Florindo Sassone