Luces de la ciudad
Convencido de que el tiempo pasa solo para los demás.
Cruzar todos los límites, no echar la vista atrás,
Ser más veloz que el viento
Y breve como una estrella fugaz.
Morir, no envejecer, dar por culo y desaparecer,
Vivir, pasarlo bien, porque no hay otro amanecer.
Qué mal te ha salido el plan, los años pasan y tú aquí estás,
Contemplando un espejo en la pared.
Míralas brillar, son las luces de la ciudad,
Iluminarán tu triste caminar.
Un bonito cadáver tú nos ibas a dejar,
Y hoy muestras arrugado el rostro de la vanidad,
Te creías diferente, y no eres sino uno más,
No sabes cómo lo siento,
A muchos nos ha pasado igual.
Autor(es): Albert Gil