Cancioncilla


Solías ser frutal, señora amiga
de levantado pecho turbulento,
y desde luego de color de rosas,
y desde luego de amapolas blancas,
por lo imposible de las amapolas,
pero en tus ojos retozaba el viento
y te arrancaba una mirada tórrida.

Solías ser frutal, señora amiga
de levantado pecho turbulento,
yo en cambio retornaba al verso
y te ignoraba repitiendo a solas:
guarda, oh pecho, tu pérfido verano
y déjame que solloce sobre tus frutas rojas.


Writer/s: Pedro Mir, Augusto Blanca