Encuentro
la calle estaba llena de verano
llevaba un vestido tan liviano
que el corazón se me fue para la sien
Me sentí en el aire sin sostén
y un sudor tibio humedeció mi mano
cuando se fue con su pasito tan ufano
coqueteando la pollera en un vaivén
Fue como si me hubiera dado cita
desde entonces a esa hora la esperé
ella sin hablarme comprendió mis cuitas
y a veces me miraba con un no se qué
Me enteré que se llamaba Margarita
y sin deshojarla, supe que la amé.