Sube al desván
las vigas de esta casa que aun sigue en pie.
Me beberé tu sangre y pondré tu piel.
Escribiré tu nombre en cada pared.
No fue cosa de un día, ni dos, ni tres,
como el tigre a su presa te acorralé.
Porque hueles a hierba
porque sabes a selva
porque alguien rompió el molde
no hay nada igual,
porque hueles a tierra,
porque sabes a hembra.
Cuando nadie nos vea
sube al desván...
El tiempo sólo pasa en quien no te ve,
quien duerme a tu costado pierde la fe,
de que otra vida exista, que pueda ser
mejor que recorrerte al amanecer
y aunque las cosas vengan a contrapié
siempre inventamos la fuerza para crecer.
Writer/s: Víctor Manuel San José