Paz sobre la sangre
A uno, como español,
le gusta mear
los monumentos oficiales
o abrir una ventana
para que entrase el aire.
Pero nadie construye
una paz sobre la sangre
para que otra generación
destruya todo.
Mientras,
a una España le crecen alas poco a poco
ya la otra no ve
porque le arrojaron mierda en los ojos.
Writer/s: Víctor Manuel San José