Refugiándome en la noche


Refugiándome en la noche,
voy perdiendo mis sentidos,
el mundo se derrumba
en los brazos del dolor.

Los demonios vienen ya
a desgarrar mi débil ser,
mientras floto en las sombras
hasta desaparecer.

Aún ve tu cuerpo caer,
deslizándose entre las espinas,
tus gritos mudos, inaudibles,
y un sufrimiento desmedido.