No me dejes caer


Déjame mirar en tu corazón,
llueve tanto afuera que causa dolor.
Solo un piano canta mi desolación.
Todo es tan confuso y febril que no sé
dónde refugiar nuestra antigua ilusión.
Veo niños envejecer,
las manos tendidas al amanecer.

No me dejes nunca caer ni olvidar
que es maravilloso vivir y luchar.
Soy más débil de lo que crees:
si no estás conmigo, me marchitaré.


Déjame cantar solo una vez más:
esta madrugada quisiera intentar
desde mi cansancio volver a empezar.


Writer/s: Víctor Heredia