Sala de espera


La vida permite otra opción,
te marca los diente fuera
y te encumbra hasta el interior
de tu cabeza.

Todas las horas contadas para ser otro ser,
todo está preparado para no acontecer:
todos los minuteros quietos,
todos los aguaceros callados.

La risa querrá enloquecer,
los llantos le dan tiritera,
no tendrás amor que acometer
y, en tu pecera,
todas las horas contadas para ser otro ser (…).

Estoy a punto de observar al triste pez,
en el espejo yo me oculto
y tras el disfraz de mi timidez.
Y no puedo más,
aquí abajo no se puede respirar.
Y me pasa, me descuido,
y me olvido de mi tropezar,
me olvido de respirar.

Sin lucha no habrán rocanrol,
garbanzos en la nevera,
tres racimos de H2O,
sala de espera.

Hay tanto golpe que esquivar y tanta fe
si no hay reflejo, que resulto tragedia sin tez.
Pero no acabó
(tercer acto de otro mal menor):
con mi causa yo derribo violencia con resolución,
caricias de la polución.