ParaNoiah


Canté una canción en la estación
Sirviendo como excusa mi propia explotación
Me denuncié y allí quedó
Encerrada en una celda esa canción
Desterré mi buena acción
No cambié mi dirección
Simplemente que atajó
Mi arte artístico sin consideración

No estoy de acuerdo ni en desacuerdo
Tampoco cuerdo que no recuerdo
Las mentiras que me tragué como papilla
¡lo pillas? Me levanté y perdí mi silla

No tengo más que pueda ofrecer
No es tanto a mi parecer
Pero no consigo descifrar
Los enigmas de la verdad
Lo esencial es no querer
Lo inteligente no parar
Ser constante en tu hacer
Para que el mundo vuelva a girar

Una araña peluda y extraña
Me mira, dice, que pasa? que hago a estas horas en casa
Se vuelve, renuncia a hablarme, pero me dice cosa escasa
Que estoy en lo cierto aunque el mundo me toma a guasa
Cállame que voy a hablar de más
Si tú me escuchas, mañana a quien oirás
Alimentan sus mentiras, miente mi verdad
No sé si estoy matando o dando vida, nada más

Tengo las uñas pintadas de gris
y me he vuelto caricia
ya no sobra tiempo para dormir
y no alimenta mi sonrisa

Tengo las facciones cansadas
De sonreír siempre sin ganas
Vuelvo a ser una palabra
A cantar sin pedir nada
quiero volver a mis principios
A hacer lo que necesito
Lo que quiero y no preciso
En lo que creo y por lo que vivo

Tengo las uñas pintadas de gris
y me he vuelto caricia
ya no sobra tiempo para dormir
y no alimenta mi sonrisa

Duermemé, enséñame a soñar
que si las horas son pares el sol nos dejará jugar
Soy la tundra, la flor del invierno
que se alimenta del azul de tu cielo
Hielo, que me congela
Fuego, que me arde y me quema
Muero, entre tus piernas
Vuelvo, a ser tan sólo una letra.