Recuerdo Escolar
siempre gritando,
silencio.
Mis manos llenas de tinta
emborronan un cuaderno.
Lejos, lejos, muy lejos,
se oye la voz del maestro
que habla de montes y ríos.
Me escapo por la ventana.
Corro, corro por el cielo
y voy jinete celeste
sobre un nubarrón muy negro.
Persiguiendo nubes blancas,
paso las tardes de invierno.
Me despierta una campana,
padre nuestro.
Una voz gritando siempre,
siempre gritando,
silencio.