Cientocero
La hora cientocero
y yo pretendo no entrar el primero,
que no me gusta jugar a tu juego.
La puta cocaína,
que mueve el mundo, a la gente domina
y les enciende como gasolina.
Tus ojos se dilatan,
me dicen que esta noche has metido la pata,
me dicen que te estás quedando conmigo.
Y sé perfectamente
que esto no ha hecho más que empezar.
Y te disparas,
masticas la canción, cambia tu cara,
sube la presión por tu garganta.
Y sé perfectamente
que esto no ha hecho más que empezar.
El tiempo del talento
se pasa rápido como hace el viento.
Y tú, muchacho, ya lo estás perdiendo.
Cruce de miradas.
Con sólo un gesto, sobran las palabras
y otra noche vuelve a las andadas.
Tus ojos se dilatan,
me dicen que esta noche has metido la pata,
me dicen que te estás quedando conmigo.
Y sé perfectamente
que esto no ha hecho más que empezar.
Y te disparas,
masticas la canción, cambia tu cara,
sube la presión por tu garganta.
Y sé perfectamente
Y ahora que estás en tu esquina tranquilo,
esperando a que sea tu abrazo, tu abrigo.
No sé qué sucede, qué pasa contigo,
que estas muy nervioso, que estás encendido.
Tus ojos se dilatan,
me dicen que esta noche has metido la pata,
me dicen que te estás quedando conmigo.
Y sé perfectamente
que esto no ha hecho más que empezar.
Y te disparas,
masticas la canción, cambia tu cara,
sube la presión por tu garganta.
Y sé perfectamente
que esto no ha hecho más que empezar.