El Monte De Las Cruces
rodeado de tumbas a medio tapar.
Siete zorros colgados marcan mi territorio,
si pasáis por aquí no dejéis de avisar.
Un mal viento ha traído presagios de horca,
y nubes que apagan el atardecer.
Y ha traído el olor a tierra mojada,
a esta tierra infectada de sangre y de hiel.
Esta tierra está fértil de cuerpos sin vida,
de tipos que aquí suplicaron piedad.
Esta tierra está llena de finales felices,
porque no sentir nada es un feliz final.
Yo he librado a esta gente de la esclavitud,
de esposas e hijos que alimentar.
Les he dado la muerte, valioso regalo,
sus almas por fin descansan en paz.
Nena, nunca debiste haber hecho eso,
mi cara cubierta era tu salvación.
Creo que yo también te quiero, y lo sabes,
pero cuando estoy solo ya no soy, no soy soy yo.
Acaricio tu vientre como rito de muerte.
Espero que un día me podrás perdonar,
y espero también olvidarte cuanto antes,
y que mi alma por fin descanse en paz.
Tu amor me atenaza como una plaga
y no sentir nada es un feliz final.