Amargura y desconcierto


Cinco de marzo del '93,
en Buenos Aires todo empieza a correr
y me voy de nuevo a trabajar.

El tren que no llega y yo me quiero tirar,
la gente que mira, voy a ser otro más,
no llegó, el destino quién me salvó.

Los ojos se tildan queriendo escapar,
la boca me inunda y no logro aceptar
de que ayer te fuiste sin decir la verdad.

Y lloré, y te odié, y las paredes golpeé,
perdí la manera de tocar el cielo
que en tu boca encontré.

Y lloré, y te odié, y con dolor acepté,
sólo amargura y desconcierto
que en tu boca encontré.

El día se nubla y salgo de trabajar,
durante el encierro algo pude pensar,
me insulté por lo que en la mañana intenté.

Y llego a mi casa buscando calor,
abro la puerta y corre el frío de adiós,
me golpeó el silencio de mi habitación.

Mis ojos se tildan queriendo escapar,
ayer yo te odiaba y hoy te quiero abrazar,
ya no sé, no sé lo que debo pensar.

Y lloré, y te odié, y las paredes golpeé,
perdí la manera de tocar el cielo
que en tu boca encontré.

Y lloré, y te odié, y con dolor acepté,
sólo amargura y desconcierto
en tu boca encontré.

Cinco de marzo del '93 y
en Buenos Aires todo duerme otra vez.