Cuando los sapos bailen flamenco
Me duele tanto oír tu voz, aunque dormido
por fin me acabas como en tus sueños
buscando un sitio para morder
y sin poder olvidar lo que dejas, lo que has aprendido
van a cambiar las caras, los sueños,
los días y yo lentamente te pierdo...
Como un regaño que al ensuciarse tiro quien limpiaba
como un vaso después de beber, el trago mas dulce
con un adiós con un te quiero y con mis labios en tus dedos
para no pronunciar las palabras que dan tanto miedo
te vas y te pierdo...