Las flores de mi patio


Triste documento, mi casa está vacía,
mi patio descontento, se queja noche y día.
Me preguntan por la rosa, dos florecillas blancas,
sus voces cautelosas me hieren y me matan,
me hieren y me matan.
Yo no fui jardinero, deja de atormentarme,
tan solo compañero, admirador y amante,
admirador y amante.
Y el verdadero dueño, el jardinero santo,
se la llevó a su huerto para adornar su patio.


Writer/s: Antonio Remache