Capullo Tonic
Le conocí de noche en una fiesta muy loca.
Llevaba el móvil en el cinturón,
tenía cuenta en Forocoches,
Siempre torcía la boca y conducía un Ford Orión.
Era un megacuñado, que opinaba con firmeza
de cosas que no lograba entender.
Pajillero diplomado en el chat de Terra,
Larios era su ginebra, y su tónica, Schweppes.
Llamaba "coleguita" a los dependientes
Y "panchito" a cualquiera del sur.
Y en los chistes de Torrente
No reía por lo mismo que tú.
Capullo Tonic
Casi no le reconozco al verlo este verano
en un mercado medieval de Benidorm.
Ahora es hippy, antivacunas, vegano,
y se gana la vida como coach.
Se relaja con mandalas, ya no habla de chavalas
son compañeras de lo espiritual.
Pero si sube mal la mezcla de tofu con seitán
manda fotos por privado de su polla en Instagram.
Para tomar ginebra utiliza un jarrón
y le echa lo que encuentra por ahí,
rúcula, pimienta, diez pepinos
y hasta un puto bonsái.
Ahora tiene una afición tres veces por semana,
Dice que cocina cerveza artesana.
Y sin escrúpulos, distingue lúpulos y se siente un samurái,
Una especie de mezcla entre Arguiñano y Walter White.
Writer/s: Rafa Pons