La Marimorena


Todo el mundo se queda callado y la sangre no corre en las venas, cuando sale a cantar al tablado con su empaque la Marimorena, porque saben que ella tiene una espina entre las sienes, que la trae al maltraer, una copla maldecida que va y viene noche y día por las mesas del café, y a deshora de la madrugá ella misma la suele cantar…

“Arsa y toma con ese semblante, que de donde viene la Marimonera?, que del puerto de ver a su amante, que lleva 2 años metío en la trena, pero dicen los vecinos, que de noche y al volver, se tropieza en el camino con un mozo de Jerez, y aseguran que este cuento no termina por las buenas, como no borre del viento el cantar que la envenena, y no vaya despacio y sin tiento, arsa y toma la Marimonera”.

Hasta el puerto el romance ha llegado y saltando la tapia de la trena, en un hombre su zarpa ha clavao el cantar de la Marimonera, ella supo que Don Diego, fue quién hizo arder el fuego y directa fue a por él, y en la turbia amanecía lo encontraron ya sin vida, a la puerta de un café, y dijeron que al irse a entregar, la flamenca se puso a cantar:

“Arsa y toma igual que una loca, que de donde viene la Marimorena?, de taparle por siempre la boca a un cante que hacía más honda su pena, no me nombren abogados, no me quiero defender, que a ese hombre lo he matao por salvar a mi querer, que mi horna siempre ha sido del color de la azucena, para que venga un malnacío y la ponga en cuarentena, y eso a nadie se lo ha consentido, arsa y toma la Marimorena”.