Todos los Rumores Eran Ciertos
Llegó el verano y te mostró sus dientes
pero mordiste más, mucho más fuerte.
Sin darte cuenta te atravesó septiembre
y su sensación de derrota permanente.
Ten cuidado, ahora anochece pronto
y todas las calles lucen deprimentes.
Todas las calles son un poco más iguales,
ten cuidado, ahora puedes perderte.
Fuera del hospital
los enfermos fuman Chester
y nadie recuerda ya
las luces de aquella ciudad
ni un otoño tan frío como ese.
Te has hecho un hombre mientras jugabas a serlo.
Te has chocado con tu rostro malherido,
lleno de espuma y reflejado en el espejo.
Ahora a quién miras? Ves que estás perdido.
Mamá dice que necesita un abogado
y tú a solas con tu cara descompuesta,
cuchilla en mano e inventándote falacias
tan cuestionables como la barba que afeitas.
Fuera del hospital
los enfermos fuman Chester
y nadie recuerda ya
las luces de aquella ciudad
ni un otoño tan frío como ese.
Cuando no había cura al dolor
y todos los rumores eran ciertos
en tu garganta sentiste el calor
y en alguna cama con alguien despierto.
Allí pensaste ojalá no te vayas.
Todos los rumores eran ciertos.
Te quemó pero al menos no estabas muerto,
sólo quedaste roto y descosido.
Pero dolía, joder que si dolía.
Fuera del hospital
los enfermos fuman Chester
y nadie recuerda ya
las luces de aquella ciudad
ni un otoño tan frío como ese.
Cuando no había cura al dolor
Writer/s: Jorge Zúñiga, Juan Carlos Guerrero, Sixto Martín