Derrumbe a la luz de los amores que ya nunca fueron
por dónde van mis trenes,
a dónde irán los pájaros hambrientos que no cargará mi cruz.
Y por el malecón ya tu garganta rezonga el alba que sanará,
si ya no me apartan de ti los cuernos de Belcebú.
Tal vez confundas mi caracola
con el cuerno de la abundancia
y talvez si escuchas cantando en mi voz
trompetas de lluvia y bruma:
Ya tú dime si prefieres
que te llene de canciones huecas con letras bofas,
que ya las ánimas del mar han de camuflar mis sueños
del pozo en que se fermentan los que creemos
que la única vida digna es seguir muriéndose por amor.
Y ya que entiendes que me sangra cuando tú te vas
dormida entre los trenes
y hay que cerrar los párpados que arrastro
cansados de no dormir,
ya no me alumbran luceros sin tu azuquítar del corazón.
Sin tu ternura
no alcanzo ni perdón ni cura.
Me pongo frente al paredón.
Apunta y dispara lo nuestro será
derrumbe a la luz de los amores que ya nunca fueron.
Writer/s: Gerardo Pablo