No volveré a ser joven

La poesía es para gente con la adecuada sensibilidad y amor a la belleza. Para los muy racionalistas, está el Financia Times.

Poca sensibilidad poética tienes tú. Poco más que un cardo borriquero. Esto no es un manual de autoayuda a lo Cohelo o una clase de religión barata, pues es la impresión que das con tu perorata burda de monjas o curas.Te falta un puñado de sensibilidad no para entederlo, que hasta los tontos lo comprenden, sino para sentirlo, y eso por desgracia para algunos es más difícil pues tienen oxidada la sensibilidad. Déjate llevar por el poema, siéntelo y no lo racionalices con tu mente adocenada por el humanismo beatorro. ¡Vívelo!

Ser un tipo sincero acarrea reacciones cobardes y viscerales.

Muy bueno

Genial Gil de Biedma. En su primer párrafo:Nos viene a decir,que cuando se es joven,no se es consciente de que la muerte nos espera,es el final de todo. En su segundo párrafo:Nos viene a decir que lo mejor de la vida es el momento de mayor apogeo,aquel en donde uno se siente completamente realizado y que justo a partir de él ya nada tan alto podrá ser logrado. En su tercer párrafo viene a confirmar todo lo anterior,es la muerte el final de todo. Es por ello,por lo que pienso que él lo dejo estar. El único gran poeta,que supo dejarlo en el momento de mayor plenitud,fiel a su manera de pensar. Sensato,caval y sincero.

No he leído comentario más estúpido. Parece sacado de un libro de autoayuda. ¡Qué atrevida es la ignorancia!

Poema brillante.

Aunque de verso maduro y elevado, este poema también revela la autetica naturaleza de Gil de Biedma: un divo pueril.

Todos tenemos miedo de envejecer y de no dejar huella. Pero él, no se da cuenta, no valora, que el simple hecho de envejecer y morir ya es un privilegio en si mismo por muy duro que sea lo que te haya tocado vivir.

Sólo siendo consciente de esto uno logra superar su día a día y gobernar su vida conforme a su propia voluntad, y en efecto llevarse la vida por delate... y no dejar que sea ella la que se lleve por delante a uno.

Pero claro...para eso hay luchar...y Gil de Biedma jamás estuvo dispuesto; constatemente huyó hacia delante en lugar de afrontar una realidad sobre la que mucho escribió, pero que muy pocas veces supo afrontar.