El espejo

A veces yo quisiera
huir por el espejo
estar al otro lado
y poder estar lejos.

Muy lejos de los viejos
que anuncian los desiertos
que juegan a las guerras
y gozan con los muertos
preferiría estar
en medio de un concierto
buscando a un astronauta
a Edipo o a Teseo.

Lejos de los reflejos
de un ilustre pellejo
cubierto con sus joyas
y pieles de conejo
preferiría estar
volando por un cielo
de color mermelada
junto al capitán Trueno.

Lejos de los complejos
que crecen en los tiempos
que te hacen inservible
para un buen cortejo
me gustaría estar
jugando por el cielo
con Zarra, con Gainza
e Iríbar de portero.

Muy lejos de lo lejos
que te tiran los lerdos
que piensan que tú eres
un siervo como ellos
me gustaría huir
por pasillos de hielo
hasta alcanzar al fin
alas para un gran vuelo.