Entrevista de Mario Céspedes a Violeta Parra, 3.ª parte: Centésimas del 1 al 100
Una vez que me asediaste
dos juramentos me hiciste,
tres lagrimones vertiste,
cuatro gemidos sacaste,
cinco minutos dudaste,
seis más porque no te vi;
siete pedazos de mí,
ocho razones me aquejan,
nueve mentiras me alejan,
diez que en tu boca sentí.
Once cadenas me amarran,
doce quieren desprenderme,
trece podrán detenerme,
catorce que me desgarran;
quince perversos embarran
mis dieciséis esperanzas,
las diecisiete mudanzas
dieciocho penas me dan,
diecinueve me aguardarán
veinte más que ya me alcanzan.
Veintiuno son los dolores
que veintidós pensamientos
me dan veintitrés tormentos
por veinticuatro temores,
veinticinco picaflores
me dicen veintiséis veces
que veintisiete me ofrecen
veintiocho de sus estambres,
son veintinueve calambres
los treinta que me adolecen.
Treinta y un días te amé,
treinta y dos horas soñaba,
treinta y tres minutos daban
o treinta y cuatro tal vez;
treinta y cinco yo escuché
treinta y seis junto a tu pecho,
treinta y siete fue a mi lecho
treinta y ocho de pasión,
treinta y nueve el corazón
cuarenta marcó despecho.
Cuarenta y una distancias,
cuarenta y dos, vide en ti,
cuarenta y tres recorrí,
cuarenta y cuatro con ansia,
cuarenta y cinco fragancias,
cuarenta y seis aspiré,
cuarenta y siete después,
cuarenta y ocho suspiro,
cuarenta y nueve deliro
cincuenta de tu interés.
Cincuenta y una penuria
y cincuenta y dos bramidos,
cincuenta y tres alaridos
y cincuenta y cuatro furias;
cincuenta y seis son las tuyas *
cincuenta y seis engañifa,
cincuenta y siete la rifa
cincuenta y ocho me dio,
cincuenta y nueve el adiós,
sesenta de tu avaricia.
Sesenta y un besos creo
sesenta y dos que me diste,
sesenta y tres que volviste
sesenta y cuatro cual reo,
sesenta y cinco deseos
sesenta y seis demostraste,
sesenta y siete alcanzaste
sesenta y ocho es tu afán,
sesenta y nueve al final
setenta me traicionaste.
Setenta y una revueltas,
setenta y dos como gallo
setenta y tres a tus rayos
setenta y cuatro a mi puerta,
setenta y cinco respuestas
setenta y seis completé
entonces consideré,
setenta y siete que daba,
setenta y ocho miradas
ochenta veces después.
Ochenta y un sentimientos
me dan ochenta y dos hieles,
ochenta y tres los infieles,
ochenta y cuatro del cuento
ochenta y cinco no encuentro
me agitan ochenta y seis,
ochenta y siete la ley me da
ochenta y ocho multas
por ochenta y nueve culpas,
noventa, que yo pagué.
Noventa y una sorpresas
noventa y dos veces tuve,
noventa y tres que yo anduve
noventa y cuatro asperezas,
noventa y cinco rarezas
tu amor dio noventa y seis,
noventa y siete de rey,
noventa y ocho ironías,
noventa y nueve agonías,
cien años recibiré.
[Después sigo adelante del uno hasta el trescientos].
Mario: ¡Qué notable! ¿Y hasta cuánto piensa llegar, Violeta?
Violeta: Esto es infinito, porque después hay que seguir con las milésimas.
Mario: Y las diez milésimas, y lo que venga, ¿no?
Violeta: Claro, ¡y las millonésimas!
* Violeta se equivoca al leer: «cincuenta y cinco son las tuyas», debe ser.
(1960)