Décimas (6): La cena ya se sirvió
La cena ya se sirvió
en una mesa largucha:
en cada plato, una trucha,
pa’ la trucha, un botellón,
pa’ la botella, un copón,
pa’ la copa, una galleta,
encima ’e una servilleta
con un plateado cubierto;
como el pescado está muerto
le asoma ají por la jeta.
Sirven el aperitivo
p’alentar el apetito,
mistelas y pastelitos;
después vendrá el bajativo.
Ya se ven menos altivos
en el salón elegante, (1)
porque el vino es abundante
en el banquete d’estilo.
¿Qué pensarán los pililos,
comiendo guata picante?
Después sirven estofa’o,
a la chilena, por cierto;
nunca se vio cocimiento
más sabroso y aliña’o.
Pa’ llenar tanto invita’o
se precisan diez corderos,
de alverj’ almudes enteros,
gallinas y longanizas,
vino del que se usa en misa
todos los viernes primeros.
Una mujer cuarentona,
rolliza y bien agraciá’,
va y viene de aquí pa’ allá
con su carita monona.
Ya lleva una cantimplora,
ya trae un frasco de sal,
y en su blanco delantal
le zarandean los vuelos
cuando sirvió los buñuelos,
l’almíbar y el pan candeal.
¡Ya, niño, a los estrumentos!,
desea música el santo. (2)
Romp’ el arpa, sigue’l canto
con su gracioso portento;
el violín, con su lamento,
reban’ aquel humo ambiente,
y la guitarra presente
completa la gallardía,
dándole gran bizarría
al festín de mis parientes.
Diferencias con la versión del disco Décimas:
(1) en el salón alegante
(2) música desea el santo