Décimas (15): Por estas y otras razones
Por estas y otras razones
que van a salir al baile,
no era vidita de fraile
la que pasé en ese entonces.
Cual campanario de bronce,
l’esposa reta que reta
al taita qu’en la chupeta
se le va medio salario,
mientras anuncian los diarios
que sube la marraqueta.
Y cómo no iba a tomar
con tan crecidos pesares,
cruzando bravidos mares
en centro del huracán.
«Los sesos me han de saltar
con esta dura existencia.
Me aburro con la paciencia
–comenta con sus amigos–;
chupilca de harin’e trigo
me brinda condescendencia».
¿Y quién no toma su trago?
Empiezo por los canutos,
el habiloso y el bruto;
toma el crédulo y el mago,
el ocupa’o y el vago,
el triste con el contento.
Pa’ remediar sus tormentos
y el mal d’esta perra vida,
es píldora la bebida
que calma por un momento.
Así como están las cosas
en este preciso instante,
bebe el jefe sumariante
y el panteonero en la fosa.
Toma la monja afanosa
y el «tira» en los cuartelones,
y el roto en los callejones,
esto se sabe muy bien;
y en las casas de placer,
niñas y mariposones.
Hay más: en los hospitales
pasa cura’o el enfermo,
le traen en lindo termo
el zumo de los parrales;
el preso pagando males
en el cuartel, felizcote,
de alcohol, un botellonzote
con el qu’está barnizando;
un trago de cuando en cuando
le cruza por el cogote.
Si quieren poner atajo
pa’ remediar este mal,
la casa presidencial
tien’ el remedio en la mano.
Él es taita y soberano
del pobre que chupa huesos,
mas veo que se hace el leso
brindando por el embudo.
La ley que nos tiene mudo’
y ungüento nos vuelve el seso.