Décimas (24): Defectos, mañas y gracias
Defectos, mañas y gracias
que mi taitita lucía,
eran de tal gallardía
que ocasionaba desgracias.
Con ramilletes de acacia
compone bien la conducta;
como l’almíbar de fruta
a su señora requiebra,
y es diablo como culebra
pa’ responder a sus culpas.
Le brinda el profesorado
respeto y admiración,
amigos tiene un montón:
De la Fuente y Maldonado,
Serna, colega ilustrado,
Sepúlveda y Valenzuela,
el doctor y una enfermera,
un capitán en servicio,
le causan varios perjuicios
con fiestas y tomateras.
Tarde a la casa llegaba
cura’o como tetera,
al hombro de Valenzuela
que de valiente alardeaba.
Con mi mamá se encaraba
con dimes y con diretes,
y a lo mejor un moquete
le ofrecen o le propinan,
cuando a explicarse no atina
de dónde trajo ese flete.
Mi mama lo ha perdonado
con repetida indulgencia,
porque una gran conferencia
en un salón ha dictado.
Los diarios lo han publicado
y es tanto el felicitar
qu’es causa para brindar
con entusiasmo inaudito;
de nuevo los felicitos,
ha vuelto a conferenciar.
Veladas de beneficio,
teatro del artesano,
único rey soberano,
mi taita con su prestigio.
Allí con todos sus hijos
dirige bella función,
y se ha juntado un montón
de plata pa’l hospital.
Y en casa anda el capitán
montado en buen percherón.