Acuarela vital
—Se te han perdido los colores
¿Cómo puedes vivir sin el azul?
—Yo veo todo azul como los cielos
cuando me besas tú.
—Se te ha perdido el púrpura
¿Cómo puedes vivir sin los destellos
de tan vivo color?
—Yo veo el rojo de las amapolas
cuando pienso que tú me has dado el corazón.
Se te ha perdido el verde
¿Cómo puedes vivir sin ver las esmeraldas?
—Yo veo el verde cuando tú me dices
una palabra de esperanza.
—Se te ha perdido el gualda.
¿Cómo puedes vivir sin ver el oro
de las frutas, la tarde y la mañana?
—Yo veo el amarillo en el recuerdo
de aquel crepúsculo dorado
en que tejimos un dorado sueño.
—Se te ha perdido el rosa
¿Cómo puedes vivir sin lo rosado?
—Mis tinieblas se pintan de ese color poético
cuando sueño contigo, rosa de clima cálido.
—Se te han pedido el lila, el carmelita,
el gris, el blanco, el negro.
—Son los colores serios
que no veo en las cosas sin dolor
sino cuando me dicen muerte,
cuando me dicen tiempo,
cuando voy por las salas de los hospitales
oliendo medicinas y escuchando
el estertor de algún enfermo;
cuando me llegan quejas de los desamparados,
cuando estoy triste y tú estás lejos.