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Agüenieve
A don Porfirio Vásquez A.
El espectáculo «Pancho Fierro» viajaría a Chile (1957) con el nombre «Ritmos Negros del Perú», y por encargo del director artístico, escribo esta glosa que se estrena en el Teatro Municipal de Chile.
Ritmos de la esclavitud
contra amarguras y penas.
Al compás de las cadenas
ritmos negros del Perú.
De África llegó mi abuela
vestida con caracoles,
la trajeron lo’ españoles
en un barco carabela.
La marcaron con candela,
la carimba fue su cruz.
Y en América del Sur
al golpe de sus dolores
dieron los negros tambores ritmos de la esclavitud.
Por una moneda sola
la revendieron en Lima
y en la Hacienda «La Molina»
sirvió a la gente española.
Con otros negros de Angola
ganaron por sus faenas:
¡zancudos para sus venas!,
para dormir ¡duro suelo!
y naíta ’e consuelo contra amarguras y penas.
En la plantación de caña
nació el triste socabón,
en el trapiche de ron
el negro cantó la zaña.
El machete y la guadaña
curtió sus manos morenas;
y los indios con sus quenas
y el negro con tamborete
cantaron su triste suerte al compás de las cadenas.
Murieron los negros viejos
pero entre la caña seca
se escucha su zamacueca
y el panalivio muy lejos.
Y se escuchan los festejos
que cantó en su juventud.
De Cañete a Tombuctú,
de Chancay a Mozambique
llevan sus claros repiques ritmos negros del Perú.
Versión de Cumanana.
En la versión de América canta en Salta, se consagran solo las dos últimas décimas. En la versión de Canto negro, El Niño y el coro cantan en el fondo: «Eribo Mákamáka, / Eribo. / Eribo máka tévere, / Bárió».
Buenas tardes,
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