No te gusta ser fiel y quieres que se note,
y frotas la mejilla contra cualquier bigote.
Hay que levantarse temprano para ver a un desgraciado
con quien no hayas follado.
Tienes una alcachofa por corazón, amiga,
cualquiera puede visitar tu almeja:
ningún museo, ningún templo ha sido visitado nunca
por tan gran rebaño.
De Pedro a Pablo, pasando por Pepe y Matías,
bésalos a todos, bésalos a todos,
que Dios reconocerá el suyo.
Pásatelos todos por las armas
que tenéis Silvias y Cármenes,
hasta que uno de ellos, crucificado,
caiga en redondo a tu lado.
Grandes y pequeños, incluyendo al watusi y el pigmeo,
bésalos a todos, bésalos a todos,
que Dios reconocerá el suyo.
Hasta que uno de ellos note una llaga
abierta donde se esconde el corazón
y te pida de rodillas
que de apiades de él.
Mientras esperas el beso que hace diana,
el beso que has reservado de buena gana,
esperando encontrar en medio de tanto bobo
a tu príncipe azul,
esperando que una ventolera te traiga
a aquel detrás del cual condenarás tu puerta
escribiendo en ella: “Cerrado para siempre sin añoranza
por causa de amor”...
De Pedro a Pablo, pasando por Pepe y Matías,
bésalos a todos, bésalos a todos,
que Dios reconocerá el suyo.
Pásatelos todos por las armas
que tenéis Silvias y Cármenes,
hasta que uno de ellos, crucificado,
caiga en redondo a tu lado.
Grandes y pequeños, incluyendo al watusi y el pigmeo,
bésalos a todos, bésalos a todos,
que Dios reconocerá el suyo.
Entonces, todas las tonterías
y los errores que has cometido
podrán acceder al perdón,
que si una muchacha, con pasión,
dice “Te amo”, queda preparada
para ser bautizada de nuevo
y para recibir un corazón nuevo y flamante,
como acabado de salir del cascarón.
El cantautor y poeta extremeño Pablo Guerrero, autor de A cántaros, murió a los 78 años en Madrid tras una larga enfermedad; su obra unió canción, poesía y compromiso político durante más de medio siglo.
En un Palau Sant Jordi abarrotado, Joaquín Sabina se despidió de Barcelona con un concierto que fue al mismo tiempo un inventario de vida y un abrazo multitudinario a través de veintidós canciones que, tras más de medio siglo de carrera, ya no le pertenecen solo a él.