Si necesitas saber el camino seguido por el electrón,
debes bombardearlo con corpúsculos de luz
y, al chocar contra él, fotón tras fotón
harán que se desvíe de la ruta. En resumen:
la trayectoria se ve alterada por el único
elemento que nos permite observarla.
Falsea los resultados, el iluso que quiere
quemarse los ojos con cal para ver claro.
Hay que aceptarlo sin miedo:
la luz no siempre aporta claridad.
Saber puede ayudar a prever,
prever demasiado destruye.
El único principio existente
que es del todo estable, que tiene el deber
de mantener encendida la vida,
es el principio de incertidumbre.
Si quieres buscar la razón del gesto de un niño,
más allá de una cierta mirada te rehúye completamente:
sintiéndose iluminado, actúa preservando
las zonas de sombra en el corazón de un bosque que te quiere ausente.
Y así que crees tenerlo rodeado del todo
por tu cerebro adulto, se escurre por el breve espacio
que dejan los pliegues, por el agujero más pequeño,
lejos de tu alcance, más misterioso que nunca.
Si antes de decidir emprender una acción
te lo piensas durante mucho tiempo, al zarpar tus naves
se habrá modificado totalmente la situación
y acabarás queriendo gritar “jaque” jugando a los dados.
Un analítico corazón de funcionario gris
tiende a disecar cualquier cuerpo viviente.
Solamente la muerte acepta un estudio preciso
bajo el bisturí del frío raciocinio.
Cuando ves que tu amor se va fundiendo cada vez más,
preguntas y argumentas, y buscas el motivo,
y solamente consigues acelerar el proceso
que lleva a la ruptura, que te deja solo en el nido.
“Se va porque se va”, dirá un amante experto,
“Los seres se separan, las cosas son así”.
Quien todo lo quiere comprender, de repente todo lo pierde,
más vale quedar mudo cuando no hay nada que decir.
El trovador cubano Silvio Rodríguez dará inicio a su próxima gira latinoamericana con una presentación pública y gratuita en la escalinata de la Universidad de La Habana, el 19 de septiembre a las 19:00. El histórico enclave volverá a convertirse en escenario de la Nueva Trova, en un evento que marcará el punto de partida de una serie de conciertos por cinco países de América del Sur.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.