Te montas mal,
lujosa mujer fatal.
los encuentros fugaces
al procurar
lo que no te van a dar,
tú sabrás lo que haces.
Yo, en cuanto vi
tus ojos, tu boca y
tu risa y tus encías
me enamoré
totalmente solo que
para estos dos días.
Déjate ya
de que si uno viene o va,
¿acaso, tú no viajas?
¿Que la ocasión
es de poca duración?
hazme grandes rebajas.
Sabes que ayer
cuando fuiste mi mujer
rozamos lo sagrado
y dices hoy
que si mañana me voy
hoy me echas de tu lado.
No quiero más
que el que estés como ahora estás
y hundirme entre tus labios
dos días, dos,
y después un bello adiós,
sin adquirir resabios.
Ni puedo yo
tampoco, me guste o no,
romper mis pocas normas
en atención
a que está tu corazón
abierto por reformas,
grandes reformas.
Pero el mío no,
el mío nunca me hace boicot.
Dueña del glamour
y del prêt-à-porter.
hubo ayer, hay hoy y mañana
me iré.
Sólo un beso ardiente y tierno
le pondrá el broche final
a tu desfile de moda,
dejará un recuerdo eterno,
no esa cosa algo glacial,
cereal y temporal,
que es un vestido de boda,
que yo no te quiero toda,
toda, toda,
quiéreme tú igual.
Déjate ya
de que si uno viene o va,
¿acaso tú no viajas?
¿qué la ocasión
es de poca duración?
hazme grandes rebajas.
Anda, mujer,
me las hiciste ayer,
me las hiciste ayer.
Víctor Jara canta Somos cinco mil, el poema que escribió durante su detención en el Estadio que ahora lleva su nombre, horas antes de su asesinato; todo esto gracias a una inteligencia artificial que ha intentado captar la esencia de su voz y de su obra.
La semana pasada se celebró en la amable ciudad portuguesa de Setúbal el mercado de música iberoamericana EXIB, un evento que se ha destacado tradicionalmente por su poder para crear conexiones, amistades y oportunidades de negocio.