Me sabe a hierba,
me sabe a fuego,
me sabe a tierra,
me sabe a vino,
me sabe a nube,
me sabe a cielo,
me sabe a lluvia y a vendaval,
me sabe a copla,
me sabe a olivo,
me sabe a luna,
me sabe a sol,
a eso y todo revuelto,
a eso me sabe tu corazón.
No era la luna,
ni era una estrella,
que eran tus ojos
que me miraban,
ni un paraíso
ni una quimera
que era el calor
de tu corazón.
Ni un tiempo nuevo
ni una bandera,
lo que buscaba
en la oscuridad
era más que una idea,
un medio contra la soledad.
A cambio del olvido
te entrego el alma,
a cambio del olvido
te doy mi amor,
a cambio del olvido
abre tu corazón.
Sólo quien ama
tiene a la aurora,
sólo quien sueña
vence al olvido.
El mar no muere
mueren las olas,
el cuerpo pasa
queda el amor.
Abrirá un día la primavera
entre sus flores me encontrarás.
Donde vive el deseo
es donde vive la realidad.
A cambio del olvido
te entrego el alma,
a cambio del olvido
te doy mi amor,
a cambio del olvido
abre tu corazón.
¡Ay, corazón!
¿por qué me causas tormento?
¡Ay, corazón!
si sabes que yo te quiero.
Vente conmigo niña
que hay luna llena
y el mar está quieto
en un barquito de vela
por la bahía de los luceros.
¡Ay, corazón!
que me embruja y me enamora.
¡Ay, corazón!
que en el fuego me devora.
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