Ay, ay, ay, qué monita tengo yo.
Ya verás cuando te cuente de sus cosas como son.
Ay, ay, es así como un ciclón.
A pesar de todo eso, la llevo en mi corazón.
Cuanto quisiera, sí, que mi monita
fuera tranquila, sí, y educadita
pero que va, que va, no lo puedo lograr.
Se sube en la mesa, me vira la sopa
del escaparate, me saca la ropa
y cuando me voy a acostar, esconde mi pijama
se pone enfadada, si yo la regaño
me tira la puerta, se cierra en el baño
si llega visita a la casa, me riega la cama.
Pero que va, que va, no lo puedo lograr
¡Qué barbaridad!
Se lanza corriendo del patio a la acera
capaz de que pueda tumbar a cualquiera
si salgo con ella a la calle, me dicen que es mala
si bailas no mires, porque te mareas
le cae a pedradas a la jicotea
arranca las flores del búcaro que hay en la sala.
Pero que va, que va, no la puedo aguantar
¡Qué velocidad!
Ay, ay, ay, qué monita tengo yo.
Si se va para la acera puede tumbar a cualquiera.
Ay, ay, ay, qué monita tengo yo.
Salta de la mata al muro, mi monita maromera.
Ay, ay, ay, qué monita tengo yo.
Pero mira que la enseño, y no cambia su manera.
Ay, ay, ay, qué monita tengo yo.
Come plátano maduro, mi monita maromera.
Ay, ay, ay, qué monita tengo yo.
Ya verás cuando te cuente de sus cosas como son.
Ay, ay, ay, es así como un ciclón.
A pesar de todo eso, la llevo en mi corazón.
¡Qué monita!
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