Lejos queda el mar
"El mar será muy hondo, tan hondo como dos veces la veleta de la torre y tendrá dos metros de largura."
"El mar será muy grande, muy ancho y muy hondo: ¡la gente va allí a bañarse! Yo no he visto nunca el mar. El maestro nos dice que iremos a bañarnos. Yo digo que no voy a ir porque tengo miedo que me voy a ahogar."
Con la fuerza que emana
la juventud.
El futuro se abre
de norte a sur.
Tan solo una maleta
y un humilde zurrón
en un cansino tren
que no encuentra su estación.
Esperando al maestro
con ganas de aprender.
Les prometiste el mar
antes de saber leer.
Antes de saber leer.
¿Quién te guio
hacia estos muchachos?
¿Quién te mandó
llegar hasta allí?
¿Quién te enseñó
a enseñar a ser libres?
¿Quién envidió
que fueras feliz?
¿Y quién intentó
ocultar el silencio?
¿Quién creyó
que se puede olvidar?
¿Quién puede odiar
a quién nos enseña?
Es un cobarde
quién manda matar.
Lejos queda el mar
debe ser hondo y grande el mar.
Lejos queda el mar
y está cansado de esperar.
Lejos queda el mar
debe ser ancho y largo el mar.
Lejos queda el mar
se siente solo, yo lo he visto llorar.
Con tus tintas, tu imprenta,
en un desierto,
imprimiste en sus mentes
un cielo abierto.
En una tierra seca,
entre mil lomas de trigo,
abrasada por el sol
y quemada por el frío.
Esparciste semillas
de amor y de ideales.
Perdurarás en la memoria
de tus amados chavales.
De tus mozas y zagales.
"Dad a los pueblos, a las aldeas, no luz de ciudad, sino luz de su luz, calor, sabor, alma. Luz y alma. Y antes que eso, ineludiblemente pan, satisfacción de pan."