Llegas como un dios desnudo
con un rizo de mar en el pelo,
intento no cruzarme
con la invitación de tus ojos al amor,
yo ya voy hacia poniente, rico en prisas, pobre en tiempo,
pero nada de esto te conmueve
y así quieres seducirme, quieres seducirme... así
llegas cuando ya me voy
sin ganas de juego ni ruidos
sabes que puedes ganarme
y me sitias el sexo, la mente y el corazón
hablas de hacer conmigo un mundo mejor, siempre juntos
me dices que me quieres insumiso
y así me haces sonreír, así me haces sonreír... así.
solo, pero no loco
sé que nuestro mañana es de un día o dos
cómo quieres encamar
tu cuerpo de veinte años y mi cuerpo,
quítame la mano de encima, qué me decías del PP,
sí, pero sólo un momento
y así me haces sonreír, y me haces sonreír... así.
qué suerte que hayas llegado, agitando aguas quietas,
dejándome el corazón a punto de estallar y cuando me creía vencido,
porque has encendido alguna luz
en el horizonte que tengo ante mis ojos
y que ahora me parece mágico.
Porque has encendido alguna luz
con las espiras de tus ojos
y esta mágica sonrisa tuya.
cuando mañana me encuentre
río abajo entre los álamos del otoño
quiero mirar el sol
más feliz que cautivo de los recuerdos,
quítame tus labios de los ojos, ser de izquierdas es un palo,
deja la luz como está
y nunca la apagues... ay, no... la apagues... no.
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