El labrador
¿Qué siembras buen labrador, sí
Qué siembras buen labrador
Buen labrador que arando la tierra estás?
Yo siembro trigo señora
Trigo señora
Pues buen trigo cosecharás, sí
Que por no ver el hijo muerto
Ay, que huyó la Virgen María
Virgen María
Caminando noche y día
Hacia el collado desierto
Y dicen que halló en el huerto, sí,
Ay, que un campesino arador
Ay, arador,
Y la Madre del Señor
Pues, cargando su Santo Niño,
Le preguntó con cariño
Anda, cariño,
¿Qué siembras buen labrador?
El hombre no contestó
El hombre no contestó
No contestó, no porque era repugnante
Era que estaba distante, sí,
Por lo pronto no escuchó
Ay, no escuchó,
María no se enfadó
Porque era una flor de paz
Y dijo, acercándose más, que sí,
Allá a la orilla del camino
Ay, del camino,
¿Qué siembras buen campesino
que arando la tierra estás?
A la segunda pregunta
Anda, pregunta,
Vi con mucha cortesía
Para contestar'María
Detuvo el hombre la yunta
Dejó el arado en la punta
Anda, en la punta,
Y, sin ninguna demora,
Que la semilla bienhechora, sí,
Con que Dios al hombre abriga
Anda, que abriga,
Y para el pan de mi familia
Yo siembro trigo, Señora,
A la mañana temprano, sí,
Que fue le hombre a ver su trigal
Ay, su trigal,
Y vio que era un malabar
Verde, florido y lozano.
Bendigo al Dios soberano
Dios soberano,
Oh! Virgen, dónde estarás
Las gracias te quiero dar
Que el mismo cielo te guarde
Que dijiste ayer tarde
Ay, ayer tarde,
Buen trigo cosecharás, ay que sí.