Madre americana

Es la Madre Americana
que en su abnegada misión
concibe justicia humana
y engendra Revolución.

Y dice así:

Le canto al sublime ser
que en su infinita grandeza
derrama amor y nobleza
llena de humilde placer.
Canto a la heroica mujer
siempre augusta y soberana:
Madre Costeña y Serrana,
Madre en nuestra Amazonía,
motor de la patria mía
es la Madre Americana.

Madre que en la diaria ausencia
que hacemos al trabajar,
guarda intacta en el hogar
nuestra paternal presencia.
Madre que es llave de ciencia
y es virtud y abnegación;
que a los hijos, cual blasón
pone como como ejemplo al padre,
sin darse más don de madre
que en su abnegada misión.

Cual Micaela Bastidas
que perdiendo hijo y esposo,
por un Perú victorioso
bendijera sus heridas…
Canto a la madre querida
–ya costeña, ya serrana–
no por peinar una cana
ni por el don de parir,
sino porque al concebir
concibe justicia humana.

Madre que al hijo de pecho,
antes que decir «papá»
le hacer gritar «Libertad»
y conocer su derecho.
Madre que bajo su techo
tiene significación,
y con la satisfacción
de un mundo limpio en renombre
la fecunda su único hombre
y engendra Revolución.