Intro

Durante siglos, los puertos de la baja Andalucía se convirtieron en un centro de comercio de esclavos, en su mayoría procedentes de África. Ellos y sus descendientes, fueron esclavos o libertos, debieron hacer frente a una situación social que los marginaba. Les arrebataron sus lenguas, sus ropas y sus instrumentos, pero nunca consiguieron quitarles aquello que hasta hoy sigue enmascarado pero presente, aquello que les mantendría con dignidad y ganas de vivir, sus ritmos y cantos, sus danzas, su alegría…