Desde que estuve, niña, en La Habana
no se me puede olvidar,
tanto Cádiz ante a mi ventana, Tacita lejana,
aquella mañana pude contemplar...
Las olas de La Caleta, que es plata quieta,
rompían contra las rocas de aquel paseo
que al bamboleo de aquellas bocas
allí le llaman El Malecón...
Había coches de caballos, era por mayo,
sonaban por la Alameda, por Puerta Tierra,
y me traían, ay, tierra mía,
desde mi Cádiz el mismo son...
El son de los puertos, dulzor de guayaba,
calabazas, huertos...
Aún pregunto quién me lo cantaba...
Que tengo un amor en La Habana
y el otro en Andalucía,
no te he visto yo a ti, tierra mía,
más cerca que la mañana
que apareció en mi ventana
de La Habana colonial to Cádiz, la Catedral, La Viña y El Mentidero...
Y verán que no exagero
si al cantar la habanera repito:
La Habana es Cádiz con más negritos,
Cádiz es La Habana con más salero.
Verán que tengo mi alma en La Habana
no se me puede olvidar,
canto un tango y es una habanera,
la misma manera
tan dulce y galana y el mismo compás.
Por la parte del Caribe así se escribe
cuando una canción de amores, canción tan rica,
se la dedican los trovadores
a una muchacha o a una ciudad...
Y yo, Cádiz, te dedico y te lo explico
por qué te canto este tango que sabe a mango,
de esta manera esta habanera
de piriñaca y de Carnaval...
Son de chirigota, sabor de melaza,
Guantánamo y Rota...
¡Que lo canta ya un coro en la plaza!
El músico argentino Milo J lanza La vida era más corta, un álbum doble donde se cruzan el folklore argentino y los sonidos urbanos contemporáneos, en una obra que reúne a varias generaciones y cuenta con colaboraciones destacadas como las de Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez.
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".