Adiós
Al fin llegó el momento
de la amarga despedida.
No quiero caras tristes, por favor.
Regresaremos pronto
para celebrar la vida.
Esto es un hasta luego, no un adiós.
Se queda aquí la flor que será fruto
de la semilla que sembré.
Y los abrazos que aun te daré.
Quedan los planes y nuestra risa de ayer.
Y digo adiós al mal de amores
y al ave negra que celebra mis dolores.
Al resto un hasta pronto, mis amigos.
Brindemos que esto ha sido divertido.
Al fin llegó el momento
de que hagamos las maletas.
Acepten ofendidos mis disculpas.
Quizá nos faltó tiempo
para encontrar las respuestas.
Perdón, pero prefiero las preguntas.
Y digo un hasta pronto a tus resacas
y a nuestras malas compañías.
Y un hasta nunca a las heridas
del amor propio que, cuando perdemos, grita.
Y digo adiós a los fascistas
que se alimentan del miedo y de las mentiras.
Y al resto un hasta luego, mis amigos.
Sonrían que no todo está perdido.
Nos vamos y me llevo tu recuerdo
y las ganas de volver.
Y si no vuelvo, perdone usted,
igual me duermo en los brazos de una mujer.
Y si regreso y ya no estás,
yo pensaré que te acordaste y que quizá
te demoraste apagando algún fuego.
Yo brindaré por ti mientras te espero.
Al resto un hasta pronto, mis amigos.
Brindemos que esto ha sido divertido.