Esta nueva carta

Cuida tu alma frágil mujer,
de lisonjas vanas,
de lo que parece y no es,
cuídate, cuídate.

De tu nombre sobre el papel,
y esta nueva carta
que en el viento escribe mi voz
con los ecos del alba.

Cuídate de tu propio ser,
de quererte tanto,
hasta no saberte querer,
cuídate de tu propio ser,
cuídate, cuídate, cuídate.

Apresura el viaje a buscarte
desde la osadía,
la verdad se impone, mujer,
más allá de tu herida,
más allá de tu herida.

Cuídate las alas mujer
de las alabanzas,
y sus fatuas luces mujer,
cuídate, cuídate.

Cuídate de la vanidad
desde tu neblina,
búscate por dentro esta vez,
dignifica tu vida.

Cuídate de tu propio ser,
de desconocerte
hasta no saberte querer,
cuídate de tu propio ser,
cuídate, cuídate, cuídate.

Apresura el viaje a encontrarte
hasta las heridas
y las grietas de tu niñez,
es tan corta la vida,
es tan corta,
tan corta
la vida.