Tiempo
El tiempo es un ave
enjaulada que decora
el despacho que en las sombras
planifica tu futuro.
Y cada segundo
que te roba esa oficina
nunca volverá a tu vida,
no te lo devuelve el banco.
Y un manto te tapa
la sonrisa y el deseo.
Sonámbula avanzas,
vas descalza y en el suelo
las piedras te arañan
y te asalta la ansiedad
y te trae cada mañana
flores de Lorazepam.
No hay tiempo para verse.
No hay tiempo para amar.
No hay tiempo para ti.
Vivamos el presente.
Tenemos ya la edad
de nuestro porvenir.
La vida es un instante
eterno si el recuerdo
no deja de brillar.
Que los relojes callen,
que tú guardas el tiempo.
El nuestro hoy está por comenzar.
¿Por qué no dejar de lado el humo?
Si miras al futuro todo está por comenzar.
Hacer así un lazo en cada nudo,
romper el muro en nuestro pecho y respirar.
Pero no todos se acuerdan.
Aparentar estar cuerdos
nos tiene contra las cuerdas.
Tantas app's, tantos cracks y tu Google Maps
en un círculo vacío danto vueltas.
Y cada cima está tan alta…
Más que personas nos dicen
que seamos una marca.
El tic tac no me dicta el ritmo
y un algoritmo no va a calcular
qué hay en mi alma.
Hemos aprendido el precio,
pero no el valor.
Sin darnos cuenta se nos ha escapado el tiempo.
De momento yo no envidio al que es mejor:
envidio a quien vive mejor cada momento.
El dios del mercado
nubló nuestro entendimiento,
impuso el relato
quitándonos el tiempo.
Y llega el momento
de reparar los días,
ponerse en el centro,
y recuperar la vida.
No hay tiempo para verse.
No hay tiempo para amar.
No hay tiempo para ti.
Vivamos el presente.
Tenemos ya la edad
de nuestro porvenir.
La vida es un instante
eterno si el recuerdo
no deja de brillar.
Que los relojes callen,
que tú guardas el tiempo.
El nuestro hoy está por comenzar.