Voy por el mundo de un rayo de luz
que dispara una hendija que mira hacia el sol.
El polvo viaja y parece cristal
o pequeños planetas que saben bailar.
En mi galaxia sencilla hay un sol
que es mi uña tocando el hilillo de luz:
si agito el dedo, el sistema solar
enloquece, como un remolino del mar.
¿En cuál,
en cuál de esos planetas quedas tú?
¿En cuál de esas distancias te amaré?
¿En qué pequeño mundo giraré?
¿En qué cosmicidad de un lindo juego
pondremos nuestros hijos a jugar,
bien lejos de una mano sin amor
que ponga la galaxia a delirar
y rompa el universo,
sin saber que es difícil de armar?
Voy por el mundo de un rayo de luz
que dispara una hendija que mira hacia el sol.
El polvo viaja y parece cristal
o pequeños planetas que saben bailar.
En mi galaxia sencilla hay un sol
que es mi uña tocando el hilillo de luz:
si agito el dedo, el sistema solar
enloquece, como un remolino del mar.
¿En cuál,
en cuál de esos planetas hay hermanos,
hermanos sobre bombas y vestidos,
hermanos sin besar al enemigo?
¿En qué cosmicidad de un lindo juego
la hierba está pareja sobre cualquier lugar,
quemada o sin quemar, mas toda igual?
¿En qué mundo hay un pacto universal?
¿En cuál de esos planetas se halla el mundo?
¿En cuál, en cuál, en cuál?
El cantautor y poeta extremeño Pablo Guerrero, autor de A cántaros, murió a los 78 años en Madrid tras una larga enfermedad; su obra unió canción, poesía y compromiso político durante más de medio siglo.
En un Palau Sant Jordi abarrotado, Joaquín Sabina se despidió de Barcelona con un concierto que fue al mismo tiempo un inventario de vida y un abrazo multitudinario a través de veintidós canciones que, tras más de medio siglo de carrera, ya no le pertenecen solo a él.