Bay-bay, se acabó el recreo,
el son de tu pay pay vacuna mi deseo.
Me consta que no fui, rubia, tu debut,
dímelo todo sin decir ni mu.
Asesina, sister morfina,
el para siempre es un bluff en horas de oficina.
Desde que no te miro veo amanecer,
date el piro y que te folle un pez:
la pasión es una ruina.
Nones, porque no quiero
que tus pezones me requisen
las despedidas de soltero,
ni que me pisen por segunda vez,
con daños a terceros, señor juez.
Mantis religiosa, pantys gaseosa,
botas con media suela rota a fin de mes.
Las vecinas se han sentado a ver
cómo agoniza el del noveno B,
entre vírgenes milagrosas.
Qué quieres saber de tu prima,
la próxima vez le salto encima.
Dónde va a parar si en vez de ayunar
me come una lima.
Naufragué
en las rayas amarillas de los papeles
como un buen pelele.
Me cansé
del trajín de los caínes y los abeles,
con lo que eso duele,
mire usted.
Conejito, no me presiones,
maldito móvil tanto ring ring tocando los cojones.
Te lo repito por tercera vez:
no me apuntes con el almirez.
Que abogado tan fino y mal pagado,
si quieres firmo tablas en el ajedrez,
tienes que aprender a decir adiós,
la mejor distancia es la mayor,
cuando un taxi es una ambulancia.
Qué quieres saber de tu prima,
primero debajo luego encima encima.
Dónde va a parar si en vez de ayunar
me come como una lima.
Derrapé
en las noches duermevela de los moteles
pagando aranceles.
Me cansé
del run run de los palmeros y los caireles,
con lo que eso duele.
Y después de ti luna y lunares
la vuelta al calcetín, las sábanas impares,
la baba de las putas sin pedigrí,
la cicuta de los bares.
Me manché
con las arias legionarias de los cuarteles
como un buen pelele.
Me cansé
del trajín de los caínes y los abeles,
con lo que eso duele,
mademoiselle.
Tanto por hacer,
me cansé,
del budismo zen de la tele,
de los desamores que huelen.
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