Una campanita, un redoble, un legüero, un bongó
pa’ las percusiones.
Una melodía, una boca, un verso, un compás
para los cantantes.
Un estado de alma, una magia, un instante fugaz
para los creadores.
Una callejuela, un horario, una lágrima, un tren
pa’ las despedidas.
Un beso cansado, una carta, un suspiro, un adiós
para los ausentes.
Una vuelta atrás, un retrato, un silencio, un rincón
para los recuerdos.
Una puerta abierta, una risa, un abrazo, una flor
para los amigos.
Una indiferencia, una espalda, una nada y un no
para el enemigo.
Un medicamento, un masaje, un cuerpo, un colchón
para los dolores.
Una pesadilla, un destierro, una rabia, un llorar
para las angustias.
Un presentimiento, un misterio, una fuerza mayor
para los encuentros.
Un rayo mortal, un desborde, una noche sin fin
para los amantes.
Un desgarro oculto, un espíritu, un ser, un fluir
pa’ las emociones.
Un recogimiento, una luz, un santuario, un jazmín
para las plegarias.
Una ceremonia, un anillo, una suegra, un arroz
para el matrimonio.
Una lucidez, un anhelo, un poder elegir
para lo que viene.
Una convicción, una causa, un destello febril
para las ideas.
Una comilona, una siesta, un ronquido feroz
para los glotones.
Una golondrina, un color, una puesta de sol
pa’ los soñadores.
El músico cubano José Luis Quintana Fuentes, conocido como "Changuito", falleció este lunes en La Habana a los 76 años. Fundador de Los Van Van y creador del Songo, deja un legado fundamental en la historia de la música popular cubana y la percusión a nivel internacional.
La cantautora colombiana presenta un nuevo trabajo grabado en vivo en un patio de San Telmo, como homenaje íntimo a la ciudad de Buenos Aires, donde interpretó cinco canciones en formato acústico junto a un trío de músicos.