Réquiem para solistas, coro mixto y orquesta sinfónica
(OBERTURA INTRODUCTORIA)
RIN
Atándole una piedra
sumerjo un sueño más.
Quitándole un ladrillo
descubro un derrumbe más.
Ensanchando mi paraguas
anuncio un presagio más.
Arrodillando mi miedo
activo otro miedo más.
Quitándole una piedra
gatillo un presagio más.
Anunciando otro derrumbe
sumerjo un sueño más.
Arrodillando los sueños
descubro otro miedo más.
Gritándole a la muerte
tengo una certeza más.
Reduciendo mi paraguas
voceo un derrumbe más.
Renunciando a los ladrillos
cancelo otro miedo más.
Poniendo de pie los sueños
descubro un presagio más.
Cediendo frente a la muerte
doy otra certeza más.
Gritándole a la muerte
descubro otro miedo más.
Gritándole a la muerte,
sumergiendo cuatro piedras,
señalo un derrumbe más.
Derrumbando el presagio
arrodillo un sueño más.
Gritándole al paraguas
activo un ladrillo más.
Consagrándome a la muerte
anuncio otro duelo más.
Sumergiendo cuatro piedras
señalo un derrumbe más.
Derrumbando los presagios
anuncio otro sueño más,
activo un ladrillo más,
presagio otro duelo más.
CODA: (RECITADA EN CORO GRIEGO)
Hay voces anunciándome
tantas desolaciones.
Hay tumbas excavándose
por mis ejecuciones,
por mis sepultaciones
y desapariciones.
CUECA
Ay, victoria vencida,
guitarra y tierra,
y tu canto enterrado
bajo la greda,
y tu llanto sonando
sobre la tierra.
La victoria vibrante,
cálida y fuerte,
fue quebrada por hierros
de la alta muerte.
De la alta muerte, ay sí,
que me coronó de espinos;
de la alta sombra, ay no,
que bifurcó mis caminos.
Áspera mandamás,
la muerte me fue extraviando
por caminos en que
ninguno iba caminando.
La muerte me llevó
a otras sendas desandando.
.......................
Una noche más otra,
sombra tras sombra,
la muerte no me llama
pero me nombra.
Una noche me llama,
otra me nombra.
Más me cubre la niebla
donde perezco.
Cuando llega la noche
desaparezco.
Desaparezco, ay sí,
devorado por la historia,
más permanezco, ay no,
moviéndome en tu memoria.
Allí viviré sin sol,
seré memoria y ultraje.
La tierra me cubrirá.
Como tú vagaré
con mi sombra en el paraje,
y allí viviré sin sol:
seré memoria y ultraje.
CODA: (RECITADA EN CORO GRIEGO)
Hay voces anunciándome
tantas desolaciones.
Hay tumbas excavándose
por mis ejecuciones,
por mis sepultaciones
y desapariciones.
TONADA
Mujer:
Amor mío, dondequiera
que te oculten yo te encuentro,
como si tu tumba fuera
un sitio que llevo dentro.
No puedes irte muy lejos
si tú habitas en mi centro.
Hombre:
Porque habitaba en tu centro,
ay, ay, yo nunca he partido.
Mi tumba está en tu regazo
y mi muerte en tu gemido.
Encuéntrame donde yazgo
y recuerda lo sufrido.
Mujer:
Amor mío, mi regazo
te ofrezco como un amparo.
Apriétame con tus brazos,
ocupa mi pecho claro.
No busques en las tinieblas,
mi corazón es un faro.
CODA:
No busques en las tinieblas,
mi corazón es faro.
FINAL
INTRODUCCIÓN: CANTANDO
Llegamos a cosechar el suelo,
llegando
quisimos conjurar el desvelo.
(PASAJE INSTRUMENTAL)
Queriendo
logramos exorcizar el duelo.
Yo espero todo,
yo espero todo lo seguro.
La espera está en el fruto
de este incesante amor con futuro.
En tu futuro
yo espero el fruto ya maduro,
destino de este pan robado
que coció el fuego de un tiempo duro.
Duró la espera
por la gran espiga silvestre
que sorbe levadura
desde la tierna copa terrestre.
Terrestre zumo,
yo aguardo el zumo que me deben.
Deben un beso de agua
a mis dos labios que no se mueven.
Que no se mueven
porque la sed se me hace larga.
Pero ellos ahora pueden
dulcificar esta lengua amarga.
La lengua amarga
sólo saciada con rocío,
y el ojo que se alarga
hasta la vena caudal del río.
Del río solo
que va torciendo tanta pena
junto a mi cuerpo inmóvil
cubierto por vasta tierra ajena.
La tierra ajena
donde reposa el sueño herido
y desde donde crece
un árbol fuerte como el aullido.
Aullido terco
que brota helado de mi pecho
y como yo perece,
tan silencioso como deshecho.
Deshecho el día
se ha confundido con la sombra
y sólo puedo oírte
cuando tu voz genital me nombra.
Nombra mi ausencia
y nutre tu tenaz recuerdo,
porque el olvido quiere
encadenarme a su pozo lerdo.
Lerdo es el tiempo,
y la pasión ya se ha disuelto
porque me esperas,
porque me esperas y no he vuelto.
Vuelto a tu lecho
de suave lino y dulce almohada,
tan cerca de la tierra,
áspera y pura como una espada.
(LARGO PASAJE INSTRUMENTAL)
Queriendo
logramos exorcizar el duelo.
Yo espero todo,
yo espero el día ya maduro.
El día es fruto
que riega el zumo del futuro.
Futuro grande y lerdo
yo aguardo el zumo que me darás.
Más se demora el cristal y más
crece la sed que tú saciarás.
Yo quiero un fruto con futuro.
Yo quiero un tiempo ya maduro.
Yo quiero un día menos duro,
y el fuego seguro.
Yo fructifico con la espera.
Yo multiplico mi quimera.
Yo alzo mi sangre duradera
porque el sol volverá.
(2004)