Inuits
De donde habita el verdadero hombre y en la neblina un misterio se esconde,
donde la realidad es más que una y lo salvaje impera por su orden.
Donde se pierden todas las fronteras entre supersticiones y manías,
donde del hijo solo el sexo cuenta,
e inclina la balanza de la vida.
Pues según su tradición
para primer cazador es bueno el hombre,
y la supervivencia tiene un nombre,
y según la evolución
el primer hijo debe ser varón.
Donde se juntan viejos continentes, donde reposan sus cabezas canas,
de tanta blanca y tanta negra muerte, de tanto ver sufrir la raza humana.
La tibia soledad de los iglúes es la única felicidad que sienten,
ríen de todo, pues desde que nacen prohibido está llorar para sus mentes.
Y según su tradición,
no hay un gobierno y nadie manda el alma,
y la vida hay que cogerla con calma,
y según la evolución
el ir deprisa altera la razón.
Se conoce que no conocen guerras y que comparten todas sus verdades,
que toda mitad tiene sus mitades cuando le sirve de alivio a sus quejas.
Que no se aturden ante la riqueza, la vida por sus manos saben darse,
que nadie los libera o los encierra, que sólo en libertad saben amarse.
Y según la tradición,
el hombre debe caminar derecho
el camino que le marque su pecho,
y según la evolución
errores sobran pa' tan corto trecho,
pero según la tradición
se va aprendiendo a mirar bien las cosas,
como ir abriendo y cerrando una rosa,
y según la evolución
la vida casi siempre fluye hermosa.
Pero según la tradición,
el hombre debe caminar derecho
el camino que le marque su pecho,
y según la evolución
no hay más camino que el de ser mejor.
(1995)